Seguramente os habréis fijado en la cantidad de artículos, publicaciones, libros, memes, vídeos de youtube, etc., que se publican en todas pares bajo un título parecido a este: “5 consejos que…” “10 tips para…” “8 formas de…” “las 4 reglas para…”
Lo cierto es que esta fórmula de listar de una forma simplista unas cuantas normas de conducta con la que solucionar nuestra vida atrae irresistiblemente. Parece tan fácil ¿verdad?, fácil de aprender, fácil de seguir, nos evita el esfuerzo de pensar por nosotros mismos, de encontrar nuestras propias soluciones, de matizar los problemas. Todo esto lo han sabido siempre los guías del mundo y, desde Los Diez Mandamientos hasta hoy, no han dejado de crearse listas con instrucciones sencillas para conducir a la gente y guiar su comportamiento (vale lo confieso, yo mismo he usado esa técnica en algunos artículos).
Y aún es más efectiva la atracción si la firma es la de un famoso. Como la que hoy os traigo.
John Cage es probablemente uno de los más conocidos “enfants terribles” de la música del siglo XX. Discípulo de Schoenberg, fue un infatigable experimentador de técnicas compositivas como el azar, la improvisación, la manipulación de instrumentos o la intervención en el entorno. Su obra más popular es, como sabréis, 4’33”, cuyo título informa de la duración del evento auditivo, en el que una orquesta se esfuerza obstinadamente en mantener el más estricto silencio, es fuente inagotable de chistes, una especie de versión musical de la “mierda de artista” que Manzoni produjo y enlató en 1961 (estas latas de caca están valoradas hoy en día en decenas de miles de euros y, aunque nunca han sido abiertas, hay quien dice que en realidad contienen yeso ¡qué decepción!).
Pero John Cage no es importante sólo por sus composiciones, también por sus reflexiones (aunque a menudo ambos son lo mismo): fue en parte también un filósofo, un poeta, un artista plástico, un pensador que teorizaba sobre cualquier cosa que le llamara la atención.
El caso es que a un personaje así es tentador asignarle un listado de preceptos musicales. Pero no; John Cage inspiró en cierta manera esta lista, pero no la creó. La responsable fue su amiga Corita Kent, una heterodoxa e influyente monja que oficiaba con mucho éxito de profesora de arte y diseño en el prestigioso Immaculate Heart College de Los Ángeles.
En 1968 Corita escribió las “Diez Reglas para Estudiantes y Maestros” para un proyecto de clase. La mención a Cage, en la regla 10, relacionó engañosamente para siempre al compositor con el listado. Sin embargo, aunque no intervino en su creación, parece que lo leyó y le gustó, colaborando en su difusión. Además, la pareja de Cage, el coreógrafo y bailarín Merce Cuningham, la copió y exhibió en su estudio hasta su muerte, sugiriendo que John Cage la apoyaba sin fisuras. A partir de entonces, en muchos lugares aparecen como “Las Diez reglas de John Cage”.
No deja de ser irónico que se escriban una serie de reglas cuya mayor finalidad parece ser precisamente la liberación de las normas. Pero quizás esa contradicción la haga más interesante.
Sin más os dejo su traducción, no dejéis de opinar qué os parece.
PRIMERA:
Encuentra un lugar de tu confianza y después trata mantener en el tiempo esa confianza.
SEGUNDA:
Obligaciones generales de un estudiante: extraer todo de su maestro; extraer todo de sus compañeros de estudios.
TERCERA:
Obligaciones generales de un maestro: Extraer todo de sus estudiantes.
CUARTA:
Considéralo todo un experimento.
QUINTA:
Sé auto-disciplinado: esto significa encontrar a alguien sabio o inteligente y elegir seguirlo. Ser disciplinado es seguir el buen camino. Ser auto-disciplinado es seguir un camino mejor.
SEXTA:
Nada es un error. No existe el ganar ni el perder, solo el hacer.
SEPTIMA:
La única regla es el trabajo. Si trabajas llegarás a algo. Son las personas que hacen todo el trabajo constantemente las que finalmente consiguen las cosas.
OCTAVA:
No trates de crear y analizar al mismo tiempo. Son procesos diferentes.
NOVENA:
Sé feliz siempre que puedas. Disfruta de ti mismo. Es más fácil de lo que piensas.
DÉCIMA:
“Estamos rompiendo todas las reglas. Incluso nuestras propias reglas. ¿Y cómo lo hacemos? Dejando mucho espacio a la incertidumbre”. (John Cage).
SUGERENCIAS EXTRA:
Mira siempre a tu alrededor. Ve hacia todo. Ve siempre a clase. Lee todo lo que caiga en tus manos. Mira películas atentamente, con frecuencia. Guárdalo todo. Podría ser finalmente útil.
Fotografía original: Wikimedia