La irresistible polifonía | Música inesperada

Cuando uno escucha los primeros compases del Adagio de la Segunda Sinfonía de Rachmaninov sucumbe a la genialidad de alguien capaz de escribir para el clarinete una de las melodías más bellas y ondulantes del repertorio orquestal.

Pero cuando inauguramos la sección de “Melodías escondidas”, lo hicimos con el fin de dar mayor visibilidad a los fragmentos de contra-melodía que, más allá de embellecer la voz principal, adquieren tal protagonismo artístico que con ellos el compositor se adueña de nuestro corazón y controla desde allí y a su antojo nuestro ritmo cardiaco.

Me gustaría que, al escuchar el vídeo adjunto, presten atención a partir del minuto 9.18. En el instante que los primeros violines cantan el tema principal, los instrumentos de viento se alternan para crear bellas contra-melodías que resultan sobrecogedoras para el oyente. La verdadera belleza es imposible de atrapar y les aseguro que corren el riesgo de volver a escuchar una y otra vez este pasaje orquestal de apenas dos minutos de duración para disfrutar de la maestría con la que Rachmaninov maneja la polifonía del Adagio.

 

Una

Source link

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Scroll al inicio