La perfecta inacabada | Música inesperada

schubertNo todas las personas reaccionan del mismo modo ante las dificultades que plantea la vida. Entre los compositores que en sus pentagramas reflejaron con mayor profundidad los problemas existenciales que tuvieron que afrontar, destaca el prolífico Franz Peter Schubert (1797-1828).

Dedicado al cien por cien al noble arte de la escritura musical, se puede afirmar que Schubert fue un compositor regular e íntegro, ya que, a diferencia de otros músicos coetáneos, no dedicó parte de su tiempo a dirigir e interpretar conciertos en público.

En la carrera del joven Franz Schubert se define un periodo intermedio entre los años 1822 y 1823 caracterizado por la creación de obras inacabadas, coincidiendo con problemas de salud motivados por una enfermedad sifilítica incipiente. De este bienio destaca sobre todo la Octava Sinfonía en si menor (D759) que a la postre se denominó Sinfonía Incompleta ya que consta tan sólo de dos movimientos.

Decir que la Incompleta tiene sólo dos movimientos es toda una irresponsabilidad desde el punto de vista musical, puesto que, aunque existe constancia de que Schubert se sentía muy enfermo durante esos meses y que dejó un esbozo de nueve compases de lo que sería el tercer movimiento que completaba la estructura, la Octava Sinfonía es una obra que, de manera rotunda, podemos etiquetar de obra consumada y madura tal y como quedó escrita.

Schubert vivía la música con tal intensidad que parecía no tener trabas para crear obras de la calidad que atesora la Incompleta. Por ello, la mayoría de las orquestas y directores de cierto nivel han ofrecido su visión de este monumental sinfonía, aunque creo que todavía nadie ha superado las versiones de Erich Kleiber o Wilhem Furtwängler.

Les adjunto una grabación de esta Sinfonía número 8 donde pueden escuchar y visualizar a los músicos que la interpretan. Observen como comienza el Allegro moderato con esa frase tan profunda que emana de la cuerda baja y que da paso al primer tema de los instrumentos de viento madera. Schubert nos sumerge en el Clasicismo austríaco de una manera tan delicada que, cuando comienza el dulce y lírico Andante con moto, casi no nos damos cuenta de que estamos ya en los albores del Romanticismo.

Estoy seguro que escuchando esta obra de arte, el corazón del lector danzará con tanta intensidad que podrán comprender la profundidad de los sentimientos de un maduro veinteañero que nos regaló esta música tan eterna.

Probablemente, en la grabación que les propongo no conseguirán sentir la respiración de la orquesta. Afortunadamente, esto sólo se puede hacer viviendo la Inacabada en directo y la OSRM les brinda una excelente oportunidad el próximo miércoles.

Anímense, la profundidad del alma de Schubert les hará mejores personas.

 

Miércoles 10 de octubre, 20h. Auditorio Víctor Villegas. Concierto para violín y orquesta nº 5 de Mozart, Sinfonía nº 8 de Schubert y Variaciones sobre un tema de Haydn de Brahms. Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia. Joaquín Páll Palomares (violín). Virginia Martínez (dirección).

 

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