Los cuadros de una exposición es el título de una impresionante pieza de orquesta que compuso Modest Mussorgsky (1839-1881) a la edad de 35 años, en una versión de suite para piano solo, sintiéndose profundamente afectado por el fallecimiento del joven arquitecto y diseñador Viktor Hartmann. Posteriormente, Maurice Ravel la transformó en una obra orquestal magníficamente enriquecida con su toque impresionista.
El conjunto de diez piezas de piano de Mussorgsky es un homenaje musical a Hartmann, de forma que cada una de sus partes se corresponde con una obra del pintor. Como manifestó el compositor, el ritmo de escritura musical fue rápido y constante, de manera que en sólo tres semanas completó la virtuosista suite para piano.
La música del maestro ruso eclipsó totalmente a los cuadros de Hartmann ya que su carácter personal sobrepasó la descripción pictórica original.
La obra contiene momentos sublimes. Comienza con el tema del Paseo (Promenade) que luego va apareciendo en determinados momentos de la suite cambiando su significado emocional en función de la pintura que introduce. El primer movimiento El gnomo es representado por diabólicos instrumentos de viento como un enano que corre con torpeza. En El viejo castillo hay un solo de saxofón que evoca a un trovador medieval. Todo cambia en Tuillerías donde la alegría infantil inunda la escena.
El cuarto movimiento es Bydlo, un carro polaco de enormes ruedas arrastrado por bueyes que Ravel envuelve con los sonidos graves de chelos, contrabajos, fagotes y tuba. El siguiente movimiento es el Ballet de los dos polluelos en sus cascarones, donde los chispeantes pizzicatti de la cuerda se acompañan de los sonidos del arpa.
El retrato de los judios es Samuel Goldenberg y Schmüle, uno rico con abrigo de piel y otro pobre desesperado que representan cuerdas y madera al unísono (rico) y trompeta (pobre). Aquí la armonía es la dominante frigia, típica de los judíos y se puede apreciar como poco a poco los retratos se van entremezclando como si conversaran entre ellos.
El séptimo movimiento es El mercado de Limoges, donde se respira un aire muy popular en una disputa entre mujeres campesinas. Las Catacumbas nos llevan a las célebres tumbas romanas que discurren por el subsuelo de la Ciudad Eterna, con instrumentos de metal evocando la sonoridad de un órgano de iglesia.
El noveno movimiento se basa en el cuento popular ruso La cabaña sobre patas de gallina donde vive la feroz criatura Baba Yaga, una especia de bruja que entre las escalas musicales que creó Mussorgsky.
La obra termina con La gran puerta de Kiev, donde las notas de Promenade reaparecen con más grandiosidad, un homenaje a Alejandro II que Ravel adorna con sus brillantes toques orquestales.
En definitiva, estamos ante una gran obra donde el dramatismo de Mussorgsky se vigoriza con la excelente orquestación de Ravel, de manera que el verdadero pincel es el que se balancea entre los dedos de la directora.
Jueves 1 de noviembre, 19:3o h. Auditorio Víctor Villegas. Concierto de clausura de la Semana Grande de Cajamurcia. Obras de Balakirev, Mussorgsky y Ravel. Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia. Directora: Virginia Martínez. A beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer. Entradas entre 15 y 20 euros.