El enigma de Clara | Música inesperada

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La Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia ha presentado recientemente la programación para la próxima temporada y con ello se abre el periodo de renovación de los abonos. Una de sus músicos que se siente más afortunada y feliz de forma parte de la plantilla de profesores, es la violonchelista búlgara Svetla Nankova, que hoy nos muestra su perfil más personal.

Svetla, que significa Clara en español, pasa su infancia en Sofía junto a su musical familia: “Mi padre era violinista y empecé a tocar el piano a los cuatro años. Cuando inicié el estudio de violín, tuve dificultades para hacerlo a diario por un problema de la piel que empeoraba con el roce de los dedos. Así que pensaron que el violonchelo me iría mejor por la mayor distancia que hay entre los dedos.”

Aunque Clara quería ser veterinaria, su madre insistió en que estudiase música: “No había escapatoria para mí. Recuerdo que mi instrumento se dañó seriamente entre las puertas del tranvía y mi madre decidió comprar otro”.

A los 16 años comienza a trabajar en una orquesta privada de la ciudad para cubrir la baja por embarazo de la solista de chelo, que en Sofía habitualmente se prolonga durante dos años. A partir de ese momento se independiza de la familia y se instala en la casa de su abuelo. Un par de años más tarde se incorpora a la Orquesta Lírica de Madrid, formada por músicos búlgaros y comienza una apasionante y agotadora etapa en la que cada día dormía en una ciudad distinta.

En esta última orquesta conoce a su futuro marido y tras volver a Bulgaria, se casa y se traslada a nuestra ciudad: “Al principio no me gustó Murcia. Añoraba los Balkanes. A los tres meses me incorporé a la OSRM. Era el año 1997 y desde el principio me sentí muy a gusto porque el ambiente era muy desenfadado con respecto a Sofía. Rodilla era un director en cierto modo permisivo”.

Los comienzos en Murcia no fueros fáciles. Hasta que la OSRM empezó a pagar un sueldo, trabajó en la hostelería y como intérprete de la policía: “Me llamaban mucho, incluso por las noches. No libraba ningún día”.

Hoy Svetla Nankova es muy feliz en su granja de la vertiente sur de la Sierra de Carrascoy: “Tengo seis perros, veinte hurones y crío perdices. Me gusta la naturaleza y vivir en el campo. Creo que me he convertido en una ermitaña a la que visita poco la gente y baja poco a Murcia”.

La sección de violonchelos original de la OSRM a la que pertence Clara, se ha mantenido muy estable pero no existe la plaza de ayuda de solista y los músicos deben rotar pot todos los atriles: “Yo preferiría tener siempre el mismo compañero y no cambiar en cada programa, pero por ahora trabajamos así”.

svetla-en-osrmSobre la directora titular actual de la OSRM, Svetla afirma que la admira por su dinamismo y carácter: “Con ella ha mejorado mucho la disciplina y siempre ensaya con el rigor de un concierto”. De su pasada etapa como músico de orquesta de ópera guarda muy buenos recuerdos: “Me gusta tocar óperas pero en el escenario. Creo el foso no es bueno para un músico, ya que se cogen malos hábitos”.

Del programa de la próxima temporada destaca al trompetista Pacho Flores, uno de los mejores del mundo y las obras de Beethoven, Brahms y Chaikovski: “Creo que los programas deben estar pensados para atraer al público y por ello hay que seleccionar muy bien las obras. La música de Chaikovski es complicada para los violonchelos ya que a menudo tenemos que tocar el registro alto del instrumento que no es nada cómodo. Hay que estar muy fino y concentrado”.

Elegir entre Beethoven y Brahms es algo difícil para cualquier aficionado a la música, pero Svetla nos explica que significan estos compositores para ella: “Yo me llevaría a una isla desierta la integral de sinfonías de Beethoven. Su música es natural y perfecta, porque hay equilibrio. Brahms es emocional, si estás bien, hace que te sientas mejor, pero si estás mal, te hunde. Recuerdo que uno de mis perros murió el día que ensayábamos la Cuarta Sinfonía de Brahms. Estuve llorando en todo momento. Es una música que remueve mucho el interior”.

Es formidable charlar con Clara sobre música, naturaleza y otros aspectos de la vida. Los músicos son seres terrenales, pero la elegancia con la que esta mujer toca el violonchelo la hace más atractiva, enigmática y sobrenatural. La música de Beethoven, Mozart, Schubert, Brahms, Chaikovski, Mahler, Sibelius, Grieg y Smetana, entre otros compositores, que escucharemos la próxima temporada, confiere especial protagonismo a la sección de violonchelos. Imaginen lo que nos espera bajo el encantamiento de la primera frase en pianissimo de la Octava Sinfonía de Schubert o del segundo tema lírico del primer movimiento del Concierto para piano y orquesta de Grieg…

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