Un itinerario real | Música inesperada

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La combinación de talento y esfuerzo es una temática atractiva de abordar y, si hablamos de los músicos nacidos y formados en nuestra ciudad que consiguen llegar a una orquesta importante, la satisfacción todavía es mayor. Desde hace unas semanas, la Orquesta Sinfónica de Madrid, titular del foso del Teatro Real de la capital de España, cuenta en sus filas con el violista murciano Javier Albarracín Abellán (1995), que ha obtenido una plaza definitiva en esta entidad tras un exigente proceso de selección.

Música Inesperada se ha hecho eco de algunos momentos importantes de la trayectoria académica de Javier y, por ello, hemos averiguado cómo se siente tras este éxito tan importante: “A decir verdad, aún no lo he asimilado del todo. Desde que comencé mis estudios musicales, me ha apasionado la música de orquesta, mi verdadera vocación y con la que me he sentido realizado incluso en los momentos difíciles. La ópera me ha fascinado siempre por ser un espectáculo mágico para todos, estemos en el foso orquestal o entre el público.  El poder dedicarme profesionalmente a ella en uno de los principales teatros de ópera de Europa me produce satisfacción, ilusión y vértigo a partes iguales”.

El joven violista inicia sus estudios en la Escuela de Música Chaplin, continuándolos en los Conservatorios Profesional y Superior de Música de Murcia. Se traslada a Barcelona para hacer el Grado Superior en la Escola Superior de Música de Catalunya, bajo la tutela del profesor Ashan Pillai y allí finaliza los estudios con la calificación de Matrícula de Honor en 2017: “He tenido la gran suerte de formarme con grandes profesionales, como Manuel del Buey, Juan Antonio Medina, Kasia Grenda, y Ashan Pillai en Barcelona. Todos ellos han aportado cosas positivas en mi formación, pero el profesor Pillai me abrió los ojos hacia el panorama violístico nacional y europeo y me preparó para las pruebas de orquesta”.

Desde la adolescencia, Javier toca con regularidad en distintas orquestas como la  entre las que destacan la Orquesta de Jóvenes de la Región de Murcia, Joven Orquesta Nacional de España, la European Union Youth Orchestra, Gustav Mahler Jugendorchester, Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Catalunya (OBC), Orquesta del Gran Teatre del Liceu,  Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia y  Orquesta Sinfónica de Euskadi: “En las orquestas de jóvenes se aprenden todos los fundamentos musicales y artísticos, pero también valores importantes como el compañerismo, el respeto, el trabajo en equipo y la amistad.  Para mí y para muchos músicos de la región fue fundamental la etapa en la Orquesta de Jóvenes de la Región de Murcia. Más adelante, en la Joven Orquesta Nacional y en la European Union Youth Orchestra, me maravilló descubrir a jóvenes de distintas partes de Europa, con culturas e idiomas distintos que disfrutaban de la música juntos dejando a un lado cualquier diferencia. Terminábamos casi todos los conciertos con lágrimas de emoción por lo conseguido entre todos”.

Otra formación importante para Javier Albarracín es Camerata de Murcia, en la que ha desarrollado los fundamentos de la música de cámara y por la que ha sentido especial atracción. Es miembro fundador del ensemble Ars Murciae y el Cuarteto Tudmir y en el futuro tratará de hacer compatible estas actividades en su nueva etapa profesional: “Me gustaría ser un músico lo más completo posible, y seguir disfrutando de la música de cámara y de la histórica. Supone un cambio de enfoque interpretativo y contando con la estabilidad que la Orquesta Sinfónica de Madrid me proporciona, invertiré parte de mi tiempo libre en interpretar música de cámara y en seguir formándome. Siempre hay muchas cosas que mejorar y aprendo mucho con cada nuevo profesor que imparte un curso o una masterclass.”

Decíamos que la carrera académica y profesional de Albarracín es un ejemplo de cultura de esfuerzo combinada con talento. A sus 24 años, ha actuado como solista junto a la Orquesta Universitaria de Murcia y la Orquesta de cámara de Cartagena, y ha sido galardonado con el primer premio en los concursos Entre Cuerdas y Metales (2013) y Villa de Molina (2014). Su recomendación para los más jóvenes es: “Que nunca desesperen ni tiren la toalla. En nuestra profesión, los resultados del trabajo y el estudio concienzudo no son inmediatos. Hay que tener fe en tus capacidades y tu talento aunque el fruto no sea visible en pocos días, semanas o meses. Si el trabajo es bueno, el resultado finalmente acabará llegando. Joaquín Riquelme, violista de la Filarmónica de Berlín, dice que el secreto para llegar lejos es ≪estudiar, estudiar, estudiar, y más estudiar≫. Otro consejo que me marcó del profesor Pillai de Barcelona fue que los pasajes orquestales deben ser tratados como joyas de la música≫, ya que una cuidadosa y meticulosa preparación de  los mismos marcan la diferencia en un concurso”.

Este músico viene a Murcia cada vez que sus obligaciones se lo permiten. Para él nuestra ciudad “va abriendo los ojos en lo que a música clásica se refiere y se nota mucha mejoría en los últimos años. Los ciclos sinfónicos del auditorio son muy buenos, pero me gustaría que se apostara más por la música de cámara, con un ciclo estable, una orquesta de cámara de calidad y una programación regular que no descuide el talento de los jóvenes. Murcia siempre ha destacado por la formación de la cantera de músicos.”

Enhorabuena a Javier, a toda la familia Albarracín Abellán y, por supuesto, a la Orquesta Sinfónica de Madrid.

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