El Real Casino de Murcia se viste de gala en Santa Cecilia. El día de la patrona de la música será celebrado con un concierto de excepción. La XII edición del Ciclo Jóvenes Solistas que organiza el Ayuntamiento de Murcia se clausura el próximo viernes 22 de noviembre en el Salón de Baile del Casino con un programa de música clásica que interpretará el Trío Picasso, una formación de prestigio internacional formada por los músicos Daniel Broncano (clarinete), Lorenzo Meseguer (violonchelo) y Mario Mora (piano).
Estos tres intérpretes tienen en común el haberse graduado en el Conservatorio Superior de Música de Madrid, el haber completado la formación en los mejores conservatorios de música europeos, el haber sido becados por instituciones oficiales del país, el haber sido reconocidos en importantes premios internacionales, el impartir docencia en conservatorios de ciudades con tradición musical y el compartir una concepción artística fundamentada y abierta a todos los enfoques posibles.
Lorenzo Meseguer, catedrático de violonchelo de Madrid y miembro de la City of Birmingham Symphony Orchestra, nos habla de cómo han planificado el concierto del viernes: “El concierto se iniciará con música de Clara Schumann (1819-1896) con la que Brahms mantuvo una relación artística, profesional y personal. Ella compuso el Trío para violín, chelo y piano opus 17, en el que hemos pasado la voz del violín al clarinete, lo que funciona muy bien una vez solucionados los efectos de pizzicatos y acordes, para crear un concepto homogéneo”.
Para estos músicos, esta obra de cámara de Clara Schumann ha supuesto un auténtico descubrimiento dada la calidad que atesora: “Es sorprendente que haya sido olvidada esta partitura que remarca el papel de la mujer como compositora. Es coetánea del Trío de Brahms y son un ejemplo de música romántica tradicional.”.
Además, se han programado dos obras de música clásica actual. Una es del austríaco Georg Widmann (1973), compositor y clarinetista en activo que estrena habitualmente obras con las mejores orquestas del mundo. Para Lorenzo Meseguer es un artista muy cercano: “El pasado año ha sido músico residente de la Orquesta Sinfónica de Birmingham con la que hemos hecho muchas giras con obras suyas en las que participa como solista”.
El Nachtstuck (Nocturno) de Widmann es una de las primera obras del repertorio del Trío Picasso y se caracteriza por ser introspectiva por la sonoridad y efectista por la abundancia de colores: “A lo largo de los ocho minutos que dura, el público reconocerá los efectos característicos de cada instrumento como son sul ponticello, glissandi y pizzicati entre otros”, afirma Meseguer.
En la misma línea de colorido y efectos está Private game para clarinete y cello de la compositora hebrea Shulamit Ran (1949). Nacida en Tel Aviv y afincada en la Universidad de Chicago donde es profesora del Departamento de Música, es artista residente de la Orquesta Sinfónica de Chicago, con la que desarrolla proyectos comisionados por Daniel Barenboim. Lorenzo Meseguer define su obra como “muy desconocida en Europa, pero rica en coloraturas y contrapunto lo que hace que su lenguaje se complemente con el resto de obras”.
La velada se cierra con el Trío para clarinete, violonchelo y piano op. 114 de Brahms (1833-1897), obra de música de cámara por excelencia a pesar de estar escrita para un conjunto de instrumentos tan dispares. Les pregunto a Daniel Broncano y a Mario Mora sobre cómo solucionan esta singularidad del trío: “La música que tocamos está muy bien compuesta y aunque los tres instrumentos son distintos, son muy naturales por su similitud con la voz humana. Por ello funcionan muy bien en el trío y los intérpretes sólo tenemos que acordar cómo vamos a atacar las líneas melódicas para que la idea musical sea compartida”.
El Adagio es un movimiento especial. Para los que tocamos el clarinete, la entrada del instrumento con suavidad emitiendo un Do es tan emocionante como arriesgada, ya que la afinación puede alterarse. Para Broncano, el secreto está en “imaginar la nota y cantarla interiormente antes de tocar y soplar sin picar con la lengua, manteniendo la referencia en la cabeza”.
El Andantino es definido por Mario Mora como “nostalgia feliz. El final de la vida de Brahms está impregnado de nostalgia pero referida a lo que se recuerda con una sonrisa. El compositor es un genio y crea un momento amoroso con tres instrumentos que avanzan de la mano”.
El opus 114 del compositor de Hamburgo transita entre la languidez, el vals y la energía del Finale, lo que es un reto que los músicos mantengan un mismo propósito. Para los miembros del Trío Picasso, esta obra es como una sinfonía ya que pasa por muchos momentos distintos. Mario Mora insiste en la importancia de decidir cómo se va a atacar todo, si la energía va a ser juvenil y activa o por el contrario, más profunda o madura, que es lo que buscarán estos intérpretes: “Hay que saber pasar de esos caracteres a otros, lo que se ve facilitado por lo bien escrita que está la música. Quizás lo más complicado sea darle unidad a todo, de manera que el oyente sea capaz de mantener la atención y percibir todo lo que ocurre”.
Daniel, Lorenzo y Mario constituyeron el Trío Picasso en 2014 como resultado de haber coincidido en los conservatorios de Madrid y Londres. Han actuado en salas de prestigio internacional de Reino Unido, España y Alemania. Cuando hablamos de la música de Brahms, explican que su continua intensidad no permite que haya ningún momento superficial: “Todo tiene un por qué. Brahms era vanguardista en cuanto al uso del ritmo y la alternancia entre ritmos binarios y ternarios hacen mágico este movimiento. Cuando el compositor usa ritmos ternarios, calza a la música con botas tan pesadas que tiende a ir hacia atrás, mientras que en binario, se hace más saltarina y va hacia adelante. Intentamos jugar con esas dos líneas de atracción y esto hace que este movimiento sea tan especial”.
Viernes 22 de noviembre, 20 horas. Obras de música de cámara de Clara Schumann, Wismann, Ran y Brahms. Entrada libre con invitación hasta completar aforo. Las entradas podrán retirarse en el Real Casino de Murcia a partir de dos horas y media antes del inicio del concierto.