La paleta de Gustav (II) | Música inesperada

gustavmahler

La Sexta Sinfonía de Mahler es la más tradicional de todas por su estructura en cuatro movimientos, la omnipresencia de la forma sonata y el manejo de la tonalidad por parte del compositor. A diferencia de la Quinta, que parte de una atmósfera de negatividad para finalmente sacarnos victoriosamente a la luz, esta sinfonía trágica se inicia con dos movimientos positivos pero termina mal y supone una desesperante y cínica derrota anímica. El célebre director Furtwängler dijo de la Sexta que era la primera obra nihilista de la Historia de la Música por sus ideas de carácter negativo y la imposibilidad de llevarnos hacia un final feliz.

El primer movimiento Allegro energico ma non troppo es muy interesante desde el punto de vista musical.  Comienza con un enérgico tema en La menor a modo de marcha que contrasta con otro melódico en Fa mayor que representa a su mujer Alma y que se muestra lleno de optimismo y vitalidad, representando quizás uno de los elementos más animosos de la partitura. A lo largo de la reexposición, el maestro hace una yuxtaposición de estos dos temas de modo que sus impulsos negativos y positivos van infiltrándo la música.

Es especialmente llamativo en este movimiento el denominado motivo del destino formado por un acorde de La mayor que se transforma en La menor, reflejando el paso del optimismo al pesimismo y que  reaparecerá en los restantes movimientos de la sinfonía. Tras el motivo del destino aparece una etérea coral con instrumentos de viento seguida de un fragmento pastoral.

Otro elemento que demuestra la imaginación de Mahler es la introducción del cencerro como un instrumento de orquesta, especialmente en los movimientos tranquilos de la sinfonía, lo que no tiene nada de extraño si consideramos que esta obra fue compuesta cerca del campo que rodeaba su residencia veraniega de Maiernigg.

El primer movimiento que comienza en La menor, termina en La mayor, lo que enlaza perfectamente con el carácter optimista del segundo movimiento, un idílico Andante en Mi bemol mayor donde Mahler se muestra como un hombre feliz rodeado de su familia y que analizaremos en el siguiente post.

(continuará)

Viernes 8 de marzo: Save the date.

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