Antes que nada, no te pierdas la primera parte: Historia del bluegrass.
Cuando vemos a algunos fiddlers americanos tocar como diablos al tiempo que improvisan y juegan con el resto de instrumentistas nos parece imposible lo que están haciendo.
Ciertamente no es nada fácil llegar a esa soltura y compenetración y requiere muchas horas de tocar e interiorizar un estilo de música. Pero si conocemos, practicamos y asimilamos algunos puntos clave, podemos llegar al menos a tocar y acompañarlos de una manera bastante digna.
En este artículo voy a desarrollar algunas de las claves principales del bluegrass, para que puedas familiarizarte y, si te termina enganchando, explorar este espectacular estilo de música.
Lo primero, algunos puntos importantes:
- La música folk es tradicionalmente de transmisión aural.
Esto quiere decir que leyendo simplemente partituras de temas old-time o bluegrass no vas a aprender a tocarlas bien. Porque hay un estilo, un swing, unos detalles que sólo se captan escuchando mucho a los mejores intérpretes del estilo, y aprendiendo por imitación ese espíritu.
Comparémoslo por ejemplo con el flamenco ¿te imaginas a un japonés intentando sacar temas flamencos solamente leyendo partituras? sería cualquier cosa menos flamenco. Pues aquí igual. Así que conviene escuchar mucho y, aun mejor, tocar mucho con gente que sepa.
Afortunadamente en nuestros tiempos tenemos las herramientas de internet para escuchar gratis hasta hartarnos cualquier tipo de música. Úsalas, porque el viaje a Kentucky es bastante improbable.
- Hasta que no empieces a tocar en grupo no habrás aprendido.
Por muy bien que te hayas estudiado los temas, los hayas escuchado y copiado a la perfección, cuando los lleves al ruedo de la actuación o jam en grupo, necesitarás un montón de ajustes mentales para acoplarte a la música en grupo. Practicar en tu habitación sólo sirve para aprenderte la melodía y los acordes, algún solo de memoria, pero al tocar con más gente pueden pasar muchas cosas: otro tempo, un ritmo distinto, un orden diferente, otros instrumentos que dialogan contigo y a los que no puedes ignorar, improvisaciones… en esos momentos aprenderás de golpe más que en muchas horas de trabajo solitario.
- Improvisar es imprescindible.
Es difícil que te sepas todos los temas que se vayan a tocar en una jam, siempre habrá momentos en los que habrá que improvisar sobre la base del tema. Los fiddlers expertos lo hacen constantemente, aunque realmente la mayoría de las veces simplemente tocan licks o fragmentos con los que se sienten cómodos y que saben que quedan bien en un momento determinado.
El bluegrass proviene de un estilo rústico. No te cortes y deja el peso de tu brazo sobre las cuerdas. No tienes que hacerlo resonante y aéreo, sino plano y seco.
No vibrato
Evita ese vibrato amplio y romántico que tanto te costó aprender, aquí no sirve. Si acaso uno pequeño y lento si hay alguna nota larga. Claro que si haces algo no tradicional o tirando a rockero puedes hacer el vibrato que te dé la gana, incluido histéricos espasmos cuando la cosa se ponga caliente.
Ritmo
El tempo en bluegrass emplea una cierta cantidad de swing, de modo que, aunque las notas escritas sean éstas: