En el último cuarto del siglo pasado, la Filarmónica de Nueva York incorporó una nueva obra a su repertorio. Se trataba de un concierto de clarinete escrito expresamente para todos los músicos de esta formación orquestal, dedicada a Stanley Drucker, su solista de clarinete y a Leonard Bernstein, su director, y con una carga emotiva muy singular. Nadie iba a imaginar que uno de los niños que asistían a los ensayos y actuaciones de la Filarmónica de Nueva York y que era hijo del primer concertino, John Corigliano padre, escribiría años más tarde una obra tan impresionante para clarinete y orquesta en la que cada uno de los músicos que la integraban, tenía una parte de solo a lo largo de la misma.
El concierto de John Corigliano que vamos a tener oportunidad de disfrutar en los auditorios de Murcia y Cartagena este fin de semana, les aseguro que es una experiencia musical, cultural y acústica que no debe perderse un aficionado a la clásica. Aunque no he tenido la oportunidad de escuchar en directo esta obra que todavía no se ha interpretado en nuestro país, he hablado sobre ella con el músico que la interpretará con la OSRM, el clarinetista valenciano José Franch Ballester, formado en el Conservatorio de Valencia y en el Curtis Institute of Music en Filadelfia.
Franch nos cuenta que es una obra con una estructura muy particular: “El primer movimiento se titula Cadenzas y es una cadencia gigantesca de clarinete en las que la directora marca una serie de números en los que participa toda la orquesta”.
El segundo movimiento titulado Elegy es muy lírico y un homenaje del compositor hacia su padre, fallecido poco antes, comenta Franch: “Este hombre era muy solitario y vivía en un hotel por lo que Corigliano crea una sonoridad muy transparente con las cuerdas y pocos instrumentos de viento, lo que le confiere un sentimiento nostálgico y de soledad”.
Corigliano diseñó un sistema de surround para el último movimiento, lo que fue muy novedoso y contribuyó a su buena acogida: “Coloca cinco trompas alrededor del público, dos trompetas y dos clarinetes en el anfiteatro, lo que crea un sonido envolvente y unas sonoridades increíbles y brutales. Creo que esta sonoridad envolvente le va a gustar mucho al público, aunque el resto de la obra está llena de momentos mágicos con muchos efectos”.
La razón de que el concierto no se interprete más asiduamente tiene mucho que ver con la fama que tiene de intocable. El propio Franch Ballester lo etiquetó así cuando tiempo atrás. Afortunadamente, su nivel artístico de categoría internacional ha hecho posible que lo disfrutemos en Murcia: “Es un concierto muy difícil desde el punto de vista técnico porque la parte de clarinete es monstruosa y porque necesita mucho tiempo de ensayo con la orquesta ya que es fundamental entenderlo muy bien al alejarse del patrón clásico”.
Muchos de ustedes se harán una idea de lo que puede ser escuchar este concierto para clarinete y orquesta en una sala con la acústica del Auditorio Víctor Villegas. ¡Disfruténlo!
Viernes 15 de febrero en el Auditorio del Batel y Sábado 16 de Febrero en el Auditorio Víctor Villegas. Habré charla preconcierto que les recomiendo.
